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FORMAS DE APRENDER GUITARRA FLAMENCA
Este artículo surge de la demanda por parte de alumnos, amigos que les gustaría aprender guitarra flamenca, o aficionados interesados. Básicamente, es una cuestión bastante recurrente entre gente interesada en tocar la guitarra flamenca ya que la enseñanza, en este caso, no está tan normalizada incluso extendida como puede suceder con otros estilos.
Para comenzar, siempre hago una clara distinción entre las personas que han aprendido “viviendo la guitarra flamenca” desde la infancia y las que no. Crecer en el seno de una familia donde el Flamenco está presente allana mucho el camino de cara al aprendizaje. Siempre hago énfasis en que la Guitarra Flamenca es más que un instrumento. Hay que matizar esto bien porque para expresar tocando Flamenco hay antes que saber, nunca mejor dicho, lo que se tiene entre manos. Podremos imitar sonidos, estilos, hasta nuestra imagen, pero si no sonamos flamenco no hay nada que hacer. Por ello hago siempre hincapié en ir adquiriendo conocimientos de cultura flamenca de modo paralelo al aprendizaje del instrumento para quien se asome a la Guitarra Flamenca por vez primera.
Una vez expuesto el tema del conocimiento del Flamenco, será más comprensible explicar los diversos modos de aprendizaje con sus pros y sus contras. Ésta es mi exposición, como digo siempre, como podría haber otras muchas:
APRENDER POR VIDEOS EN LA RED
El sistema es bastante común debido a lo práctico que resulta aprender en el momento que uno deseé, sin tener desplazarse para recibir clases. Y encima es gratis. Hasta aquí todo son ventajas. Pero la lista de inconvenientes es más larga. En realidad no recibimos clases, sino que debemos ser nosotros mismos nuestro propio profesor. Me explico: Recibimos una información de imagen y sonido que debemos procesar en nuestro conocimiento, replicar en nuestras manos, y –lo peor- hacerlo sin saber hasta qué punto lo estamos haciendo correctamente. Ésa es la clave. Podemos tocar algo aprendido en un vídeo creyendo que está bien ejecutado cuando en realidad es altamente probable que hayamos cometido infinidad de incorrecciones sin darnos cuenta (digitaciones con dedos erróneas, no expresar con la acentuación adecuada, malas posiciones de manos, mal ataque a cuerda, saltos en el tempo, etc...). La experiencia con alumnos que me han llegado a clase después de haber comenzado a tocar aprendiendo de videos en la red es nefasta: Un 100% de vicios posturales, con ejecuciones “sucias” en la mayoría de casos. Bajo mi punto de vista, no es lo más recomendable. Es más, directamente lo descartaría como consejo.
APRENDER VIA TELEMÁTICA CON UN PROFESOR
Para mi es la opción directamente mejor que la de los videos. Como ventajas tenemos que alguien nos va a controlar que aprendemos correctamente. Al menos debería ser así. Otra gran ventaja, para mí la más importante, es que se puede aprender a distancia cuando se vive en un lugar remoto (un país o ciudad diferente a la del profesor, o una localidad desde donde es tedioso desplazarse), así como para personas que no disponen de mucho tiempo y el desplazamiento les robaría varias horas en ocasiones. Como desventajas tenemos las propias de la conexión de la red (caídas del sistema, mala calidad de la imagen, latencias en el sonido, etc...), pero sobre todo lo que más destaca es que es prácticamente imposible tocar y hablar a la vez. Esto dificulta bastante la comunicación. Los profesores en la red son algo más baratos que los presenciales por lo general. Esto también es un punto a favor. No obstante, al ser tan sencillo dar clases online, la oferta es inmensa y nos podemos encontrar con gente que no tenga nivel y quiera sacarse un dinerito, o guitarristas que toquen bien pero no sepan enseñar, así como –por supuesto también- verdaderos profesores. Éstos últimos no los hay en demasía, al menos en la red. Mi consejo para encontrar el más adecuado no es ver la difusión que hacen en las redes sociales, sino la opinión sobre ellos.
APRENDER DE UN AMIGO QUE YA TOCA – JUNTÁNDOSE CON FLAMENCOS
Se da con bastante frecuencia la circunstancia de aficionados sin grandes pretensiones a nivel guitarrístico que les encanta la guitarra y que van adquiriendo poco a poco conocimientos de guitarristas de su entorno flamenco. Comienzan sus pasos emulando ritmos básicos, como un juego, y van aprendiendo con cuentagotas. No reciben clases formales, pero van adquiriendo algo muy importante: cultura flamenca y mucha base de conocimiento. Es lo que tiene rodearse de flamencos. El inconveniente surge cuando desean progresar, llegan a ponerse en manos de un profesor y éste advierte la cantidad de vicios adquiridos por un aprendizaje aleatorio. Si el alumno es consciente y perseverante, con el tiempo puede conseguir allanar el terreno. Pero lo que más destaco de esta “modalidad” (llamémosle así) es que, a diferencia de otras, el bagaje de conocimiento flamenco es muy superior. Y si luego se ponen en manos de un buen profesor tienen el terreno abonado para tocar muy bien “diciendo flamenco”. He tenido casos tal cual describo que han llegado luego a ser profesionales. Una formación inicial en una peña flamenca, en una asociación cultural andaluza, en una familia flamenca, o en un entorno que favorezca escuchar mucho flamenco, es primordial para ganar mucho tiempo y tocar con criterio.
APRENDER EN UN CONSERVATORIO DONDE IMPARTAN FLAMENCO
Reseño este apartado por consultas recibidas por correo electrónico de lectores del blog. Y lo hago porque si por mi fuera no lo incluiría como un apartado más en este artículo. La enseñanza como tal en los conservatorios donde se imparte la asignatura de Guitarra Flamenca forma parte de un grado superior. Esto es, que para acceder a ello hay que superar unas pruebas en las que el aspirante ya debe tocar con cierto nivel, luego no considero el conservatorio como una fuente de enseñanza primaria. En los conservatorios donde se imparte la asignatura de Guitarra Flamenca hay materias directamente relacionadas con la guitarra, con el Flamenco, y con la música. Es mucho más que aprender a tocar. A final de cuentas lo realmente interesante de esta opción consiste en la obtención de un título que puede abrir puertas de cara a lograr plazas de profesor en conservatorios y centros de enseñanza homologados. Aparte del indudable conocimiento adquirido, es una salida laboral interesante para quien quiera utilizar la guitarra como un arma de trabajo ciertamente cómodo. Bajo mi punto de vista, muy alejado del espíritu del verdadero guitarrista flamenco. Eso sí, un guitarrista que conjugue las dos opciones a la vez estará altamente cualificado.
APRENDER CON UN PROFESOR – ACADEMIA
En este caso, y si el sistema elegido por el profesor es adecuado, puede ser una opción válida. Todo en función, lógicamente, del objetivo del alumno como guitarrista. Para aprender sin grandes pretensiones puede resultar interesante, como digo, siempre que haya una buena planificación del profesorado. Estuve impartiendo clases en varias academias durante años y el principal escollo con el que me encontré fue la diversidad de niveles entre los alumnos de cada curso. Hay que tener en cuenta que la rentabilidad de una academia se basa en el número de alumnos por clase. Como estudiante, tiene sus aspectos positivos el hecho de tener cerca a personas que comparten las ganas de aprender a dominar el instrumento, lo que facilita la interacción. Por contra, en ocasiones puede resultar frustrante el hecho de compartir clase (como alumno) con otros que tengan más nivel o adquieran los conocimientos más rápido. Para el profesor es un inconveniente de cara a la buena progresión del grupo. De igual modo sucede cuando se posee más nivel que el resto de la clase porque en este caso el alumno siente que está perdiendo el tiempo. Hay que tener muy en cuenta que la edad de los alumnos de guitarra flamenca es muy variada, y difícilmente hay clases con alumnos de la misma generación, lo que dificulta la progresión. No se absorbe información igual con 15 años que con 40.
APRENDER CON UN PROFESOR – PRIVADO
Siempre he manifestado que como un buen profesor no hay nada. La ventaja de las clases individuales es que la clase es 100% para ti. Un maestro particular de guitarra flamenca te hace ganar el tiempo. Es como un entrenador personal. Si partes de cero y el profesor tiene una buena metódica, te sabrá colocar bien los dedos, las manos, y sobre todo, partirás la singladura guitarrística con una base tremenda. Y si ya tocas, deberá corregirte errores y vicios posturales antes que nada. En clase suelo expresar la metáfora del edificio: Un alumno es como un edificio, desde los cimientos hasta el tejado. Se debe tener los cimientos bien sólidos para seguir construyendo hacia arriba. Y si los pilares están torcidos hay que remozar todo antes de continuar. Otra de las ventajas del profesor privado es que te personalizará las clases a las necesidades propias de tu progresión. Ahí es donde te hace ganar el tiempo. Los únicos inconvenientes, que no lo son tal para todos, son el desplazamiento y el económico y. El alumno es quien se debe desplazar, aunque lo mismo sucede cuando se va a una academia. Y una clase particular no cuesta lo mismo que una colectiva, lógicamente, aunque aquí he de matizar algo muy importante: la rentabilidad del coste de clases particulares (con respecto a la progresión del alumno) compensa, en comparación, con el de las clases colectivas que reciba en una academia. No obstante, considero las dos opciones como válidas. Todo depende de las circunstancias del alumno.
Ahora bien, la clave está en la elección del profesor de guitarra flamenca. Este apartado merece mención aparte. Hay que tener en cuenta que no todo el mundo está capacitado para ser un maestro. Alguien que busca un profesor puede sentirse deslumbrado por un guitarrista profesional y querer recibir lecciones suyas. Sin embargo, no siempre su nivel didáctico está acorde (nunca mejor dicho) con su faceta profesional. En el Flamenco, esto es bastante común, ya que es un arte que se aprende muchas veces intuitivamente y cuesta mucho “traducirlo” a un lenguaje normalizado cuando se enseña. Por eso es conveniente cercionarse bien antes de decidir por el profesor. Es un error caer en la creencia de que “si me da clases tal guitarrista famoso tocaré como el”... nada más alejado de la realidad. Por ello es importante recabar información antes de otros estudiantes, opiniones dentro del mundo flamenco, o el consejo de alguien de confianza.
Básicamente, éstos son los métodos habituales para aprender la Guitarra Flamenca. La circunstancia personal suele marcar la decisión, bien por ubicación, por pretensiones, si simplemente se quiere asomar al Flamenco, o si realmente se quiere tocar como es debido. Lo bueno es que hay opción para todo.
Y ahora te pregunto: Si quieres aprender a tocar la guitarra flamenca...
- Tocas algo y te gustaría asomarte para ver sus acordes, ritmos, etc... : Videos online
- Solamente quieres una aproximación, tocar algo medianamente, sin más: Profesor online, o clases colectivas.
- Te gusta el Flamenco pero no quieres comprometerte demasiado: Una asociación andaluza, peña o entorno flamenco.
- Deseas tocar bien, desarrollar tu toque y tener criterio: Profesor privado.
- Ves la guitarra como una herramienta para vivir cómodamente: Preparación, Conservatorio y plaza de profesor.
- Esta opción es la más satisfactoria. Si te encanta la guitarra flamenca pero no estás dispuesto a estudiarla ni a sacrificar tu tiempo: Escucha, ve videos, disfruta, se feliz y no te compliques la vida. Eso sí, cuando veas a un amigo que ha ido a clases con un buen profesor y está tocando de maravilla, entonces luego no llores.
Gracias a tod@s por tanto email de agradecimiento y por tanta aceptación de los artículos del blog. Me motiváis. Si queréis que profundicemos sobre algún tema en concreto, hacédmelo saber y lo desarrollamos.